Lavadero Roberto (Parte I)

En esta entrada vamos hablar del Lavadero Roberto, causante de uno de los mayores desastres ecológicos de la costa mediterránea. Esta es la historia del un desastre ecológico, social y económico difícilmente inimaginable.

La misión del Lavadero, era lavar el mineral proveniente de las minas, para eliminar las impurezas. Fue puesto en funcionamiento en el año 1957, llegando a ser el mas grande de Europa. Empleaba el agua del mar en todo el proceso del tratamiento del mineral. Un ferrocarril unía las canteras a través del túnel José Maestre y lo traía hasta el lavadero, propiedad de Peñarroya.

Durante 33 años, se lanzó al mar diariamente unas 7.000 toneladas de residuos, productos químicos, agua y tierra. Se depositaron más de 50 millones de toneladas de estériles en la bahía. Hoy en día, la antaña bella bahía se encuentra anegada con millones de toneladas de tóxicos.

Al cerrar la fábrica en 1988, más de cuatrocientas familias se quedan en la calle. Este pueblo y los de los alrededores se quedan estancados social y económicamente al no existir actividad minera ni turística alguna.

El complejo disponía, además del lavadero, un taller mecánico, carpintería, laboratorio, enfermería, oficinas, múltiples vestuarios y naves con distintas funciones. 

En esta foto podemos ver la gran amplitud de las naves del lavadero, hasta sus muros exteriores llegaba el agua del mar.

Al entrar nos invade una sensación de abandono totalmente distinta de otros sitios visitados, no es un lugar que se vea completamente saqueado y eso lo hace especial.

El primer sitio al que entramos fue el taller mecánico.

Aún se podían leer los carteles de la presión de los neumáticos en función de la marca.

Uno de los tantos vestuarios que hay en la zona.

En la foto no se puede apreciar bien, pero es un parte médico de un empleado, el cual sufrió un accidente laboral, en la que tubo una fuerte contusión en la pierna izquierda y data del año 1973.

Podemos apreciar en estas fotos el vandalismo y el paso del tiempo han echo su mella en todos los interiores.

Esta nave parecía que no escondía nada especial y cuando entramos nos encontramos un antiguo puente grúa mecánico.

Lo mejor de toda la visita nos esperaba al entrar al lavadero, en el que a pesar de los años se pueden apreciar las distintas maquinas que usaban para la limpieza del mineral. De todos los sitios "abandonados" que hemos ido, éste lavadero es, sin duda, el que mejor se conserva.

El material entraba aquí para un primer lavado.

En esta nave se guardaban los productos químicos, que más tarde se utilizarían para separar el material. 

Hasta aquí habíamos visitado la mitad de las instalaciones. Debido a la gran amplitud del lavadero y la gran cantidad de fotos que me sugerían el lugar, voy a guardarlos otro pedacito para la semana que viene. Espero que os haya gustado este mágico viaje.